miércoles, 6 de abril de 2016

Viejas amistades

Aunque el destino nos lleve lejos, es necesario regresar al hogar. Como bien dijo Kavafis, "pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias". Pero el resultado siempre es el mismo, la vuelta al hogar. El problema surge ahora, cuando una se plantea a que puede llamar HOGAR. En mi caso no es una porción de tierra, ni una casa construida en algún lugar. Mi hogar está en cualquier parte, lo importante es como disfrutar de mi propia libertad. Y para ello los amigos, los verdaderos amigos son el eje. Por ello, cuando te ves obligada a anclarte a un sitio. y te alejan de aquellos que te acompañan en tu viaje, sientes una especie de vacío en tu interior.

Tras un tiempo dedicándome exclusivamente a mis obligaciones, he retomado el contacto con la vieja manada. Y me he sentido como hacía tiempo que no lo hacía. El amparo de la noche me ha brindado la oportunidad de sentirme como hace mucho que no lo hacía. Viejos sentimientos, que creía olvidados, simplemente estaban escondidos, ocultos, y han vuelto. Y por desgracia, aunque en un inicio despertara en mí una felicidad inmensa, ahora el peso de la nostalgia se proyecta pesadamente sobre mis hombros, siendo como una sombra pesada de la que no me puedo deshacer. 

Me planteo el futuro, sigo con lo que debo hacer, con aquello que ayude a un supuesto bien común, o simplemente me dejo llevar?. Me lanzo a la carretera y mando todo a la mierda?. Estoy tentada, pero las obligaciones son una unión demasiado pesada. O puede que sea la excusa que me doy para no hacerlo, sabiendo que la decisión no tiene vuelta atrás. Si me ato a mi actual destino me arrepentiré por toda la eternidad, pero algo me atrae en esta oscura ciudad, algo me ata y me impide dejarla...


Vuelta a las noches de antaño, con la carretera como única meta

1 comentario:

  1. Aun no se bien como usar esto...
    Entiendo el sentimiento, abandonar Los Angeles para mí fue la decisión más dura que he tomado en toda mi vida. Ver como mi ciudad caía en las manos de mi enemigo por no poder confiar en mis antiguos camaradas fue un duro golpe del que quizás no me levante nunca.
    Pero algo ha cambiado. He encontrado una manada con el que estoy cómodo, al menos en lo permitido. Incluso he conseguido quitarme un poco el estereotipo del Tiburón de Wall Street si me entiendes y ver que sus intenciones son nobles.
    Quizás tu antigua manada no fue capaz de comprenderte, no podías desarrollar tu verdadero potencial, o mil motivos más, pero por mucho que quieras decir que te fuiste por tus motivos, en el fondo sabes que no estabas verdaderamente atada a ellos. Espero que nosotros podamos atarte, o comprenderte, ayudar a conseguir tus metas y obtener más confianza en ti misma, tu potencial te lo limitas tu misma, y tienes el potencial de un Dios en tus manos, no te menosprecies.
    Para cualquier cosa que necesites, aunque sea gritarme, estaré a tu lado, porque somos una manada, no volveré a cometer el mismo error 2 veces.
    Espero que esto te ayude.

    Robert

    ResponderEliminar